lunes, junio 30, 2008

¿Por qué soy homosexual?

En momentos en los que parece que seguiré estando indefinidamente solo me pregunto el porqué de muchas cosas. Quisiera saber las respuestas pero muchas de mis preguntas aún no tienen respuesta y quizás nunca las tengan. Una cuya respuesta empiezo a entender es ¿por qué soy homosexual?

Aparte de que involuntariamente lo soy, porque no recuerdo en ningún momento haber elegido ser homosexual, me siento muy contento de serlo y simplemente no concibo que pueda ser de otra modo. Y sé exactamente lo que quiero, un hombre con el cual estar el resto de mi vida, que me quiera por encima de cualquier cosa, del mismo modo que yo lo querría.

Es curioso, pero finalmente me he deshecho de la componente sexual de la homosexualidad, suena un poco contradictorio, el hecho es que ya no me imagino teniendo sexo con mi pareja, lo podría tolerar fácilmente, pero idealmente no lo haría. Esto me lleva a preguntarme ¿por qué me siguen gustando los hombres? Y mi respuesta es que necesito la compañía de algo similar, y por supuesto, lo más parecido a mí es otro hombre.

¿Cómo podría sentirme cómodo con una mujer? Una mujer es algo más o menos desconocido para mí. Si un extraterrestre llegara a la tierra no creo que pudiera adivinar a la primera que los hombres y las mujeres pertenecen a la misma especie. Inclusive pienso que la diferencia es real, es como una especie de misoginia, pero no quiero decir que crea la superioridad de ninguno de los dos, simplemente creo que son diferentes y hasta cierto punto incompatibles. Además siempre me ha parecido que los hombres pueden llegar a ser más cariñosos que las mujeres, pero que la cultura de la sociedad actual impide que sea así.

Recuerdo el día en que me dí cuenta que era homosexual. Creo que tendría 13 años, tuve un sueño, en él yo estaba dentro de un edificio, aparentemente era una escuela, había un aula en donde había muchachos tomando clases, me quedé un rato a observarlos y luego vi que en el fondo del pasillo se encontraba otro muchacho sentado en un sofá. Me dirigí hacia él, me senté a su lado y de pronto él me estaba abrazando. Recuerdo que me sentí muy bien. Luego no sé que sucedió, yo estaba solo de nuevo y bajaba por unas escaleras muy amplias, al parecer era la salida del edificio. Y es todo lo que recuerdo.

A partir de ese momento supe que deseaba estar con otro hombre. Pero no era una necesidad entonces, de hecho desde ese momento hasta que cumplí 19 años jamás intenté conocer a nadie, ni para sexo, ni para una relación, ni para amistad. Estuve casi completamente solo todo ese tiempo. Y de hecho era feliz. Luego no sé que pasó pero me empecé a sentir solo. Y tuve la necesidad apremiante de buscar pareja. Una búsqueda que empecé desde los 19 años hasta ahora, ya pasaron 6 años y no he conseguido nada. Es como si no existiera nadie para mí.

Pero he logrado aclarar muchas de mis ideas, ya sé que definitivamente no me cabe en la cabeza la posibilidad de que exista un Dios y también sé que mi pareja no debe creer en ningún Dios tampoco. La sóla idea de Dios obstaculiza mi deseo de ser lo mas importante en la vida para quien decida quererme. Yo quiero estar con alguien para compartir el profundo miedo de vivir en un mundo completamente desconocido, donde apenas y tenemos una vaga idea de por qué existimos. Y Dios es una solución barata para esta incertidumbre, una solución que se apodera de casi todos porque no tienen deseo de enfrentar la realidad. Una solución que también se interpone entre los que desean amar lo que es real y no una simple ilusión.

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